jueves, 24 de junio de 2010

Cap 6


Cuando caminábamos hacia la entrada, todos se nos quedaron mirando, bueno, la verdad es que casi todos me miraban solo a mí. La chica gótica de la parada del autobús caminaba a nuestra derecha, escuchando canciones en su mp4. Ahora que me fijaba bien, no era tan rara, solo vestía de forma extraña, su cara era normal, en forma de corazón, su piel blanca como la nieve era hermosa y sus ojos eran enormes y oscuros, muy bonitos. Apenas se apreciaba como era su cuerpo, ya que llevaba un chaleco negro, medio roto y muy ancho, conjuntado con una falda negra y ancha que le llegaba por las rodillas. Sus piernas eran delgadas y tan pálidas como su rostro, y usaba unas converse, también negras, al igual que su ropa y su pelo, recogido con dos coletas. La chica me miró fijamente y le sonreí, ella me sonrió y luego frunció el ceño y volvió a dirigir su mirada al mp4.


-Nico -cuando capté su atención me dispuse a hacerle la pregunta- ¿quién es esa chica?

-¿Esa de ahí? -preguntó señalando a la gótica con su barbilla.

-Sí -le respondí, él agachó la cabeza y luego volvió a mirarme, suspiró y cerró fuertemente los ojos para luego abrirlos.

-Es Erika, una gótica a la que todos ignoran, es muy rara -hizo una mueca de desprecio mientras me explicaba quién era, pero los gestos que hizo antes me reveló que le había pasado algo con esa chica.

-¿Qué te ha pasado con ella? -le miré con los ojos entrecerrados y una sonrisa traviesa. Él volvió a suspirar y me dedicó una sonrisa de lo más encantadora.

-Cuando estábamos en segundo de la ESO, yo le insultaba y a veces, le escondía la ropa mientras ella se bañaba tras haber dado clases de educación física. Yo lo hacía sin mala intención, para mí solo eran bromas pero a ella le sentó muy mal, incluso llegó a tener una gran depresión, desde entonces apenas se relaciona con la gente. Me siento culpable por todo lo que le hice pasar.

-Yo no se mucho sobre el tema, pero, ¿te has disculpado con ella? -él movió la cabeza en señal de negación. La verdad es que si todo lo que me había contado era verdad, había sido muy cruel con ella, sobre todo a esa edad, que es de las más difíciles de superar por los cambios ormonales, físicos, los problemas con los amigos, etc.

-Deberías hacerlo -le dije seriamente.

-No, ella ahora ha seguido su camino, y de todos modos, no quiere escucharme, cada vez que me acerco a ella, se aleja rápidamente o pone la música del mp4 al máximo de volumen -bueno, era comprensible que no quisiera perdonarle, pero yo le habría dado una segunda oportunidad, aunque claro, ¿quién era yo para meterme en sus asuntos y darle consejo? Al fin y al cabo, yo apenas sabía nada sobre las relaciones humanas.

Ya no tenía ganas de seguir hablando, de vez en cuando era bueno mantener unos minutos de silencio.

Nico y yo seguimos caminando hacia las clases y entramos en una de las primeras, ahora tenía clase de Literatura.

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